Para muchos su nombre será un autentico desconocido, pero la realidad es que estuvo amarrado durante mucho tiempo al Barcelona. Desde la justicia catalana condenan al club presidido por Joan Laporta a pagarle una indemnización millonaria a un Matheus Fernandes que le costará al conjunto culé un millón de euros por cada minuto sobre el césped. Surrealista.

Fichado desde Palmeiras en enero del 2020 por una suma cercana a los 7 millones de euros y en una de las últimas operaciones de Josep María Bartomeu al frente de una entidad que meses después dejaría, Matheus Fernandes pasó sin pena ni gloria por un Camp Nou donde tras cederle a clubes como Valladolid, se apostaba por una rescisión de su contrato que fue puesta en manos de la justicia desde hace 18 meses.

"No lo sabía, y cuando lo recibí no me lo podía creer. Estaba en casa, iba a salir con mi mujer y me llega un mensaje del club preguntando si tenía el mismo correo electrónico. Les dije que sí y luego lo recibí. No lo entendí bien, se lo envié a mi representante y a mi abogado. Dijeron que era mi despido. Pasó un tiempo y salió en la prensa. Ni una conversación, ni nada, ni siquiera me llamaron para saludar y despedirse", recuerda el actual jugador del Verdao sobre un hecho tan inesperado como caro para ambas partes.

Matheus Fernandes: Getty

Matheus Fernandes: Getty

Al millón de euros por minuto

En las últimas horas y como reportan los principales medios de España, el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya ha condenado al club presidido por Laporta a pagarle 8.5 millones de euros al jugador por un despido improcedente que ya ha sido recursado por la entidad y que seguirá siendo una de las causas abiertas del conjunto culé en los despachos.

En caso de que todo se mantenga, Barcelona habrá desembolsado 15.5 millones de euros por un jugador que apenas ostenta 17 minutos como jugador del primer equipo blaugrana. Casi un kilo por cada 60 segundos sobre el césped le ha costado el fichaje de Matheus Fernandes a una entidad que sigue pagando los platos rotos de la gestión Bartomeu.