Sergi Roberto y Jordi Alba piden su vuelta, Joan Laporta quiere cerrar la grieta con su entorno y el Camp Nou sueña, pero la operación no es ni mucho menos sencilla y todo Barcelona lo sabe. De cara a competir por el futuro de Lionel Messi, por el conjunto culé analizan una rompedora fórmula económica para encajar al argentino en unas finanzas que se encuentran tomadas con pinzas. ¿Aceptará La Pulga?

Arabia Saudita espera y ofrece cifras paranormales, Estados Unidos oferta una sede para su futuro y en PSG un lugar asegurado en la élite de este deporte, pero en Barcelona hay voces que no se rinden y que sueñan con la versión 2.0 de Messi por Cataluña. No habrá que pagar traspaso por supuesto, más si poner sobre la mesa facilidades económicas que permitan inscribir a Lionel en una plantilla que tiene que reducir 200 millones de euros para el 1 de julio. No es imposible, aunque lo parezca.

 

Mundo Deportivo es quien apunta que si bien la relación con Joan Laporta será un capítulo aparte y por ende el más difícil para convencer a Messi de cambiar París por el Camp Nou, en Barcelona se analizan fórmulas para incluir a Lionel en el actual líder de LaLiga. Un contrato a la baja, con un sueldo mínimo y donde el argentino cobre cifras que no ve desde hace 15 o 18 años, solo una parte de una oferta donde La Pulga será su propio generador de ingresos.

Ojo por ojo, millón por millón

En Barcelona entienden a Messi como un activo mundial, como una marca en si que desplaza millones de euros a donde sea que vaya y como una maquina de hacer dinero que traería billetes de sobra a una entidad sumida en deudas y con muchos frentes abiertos. Ofrecerle al argentino cobrar un porcentaje de cada camiseta, merchandising o patrocinio que llegue detrás de su imagen, la fórmula económica que se medita poner en manos de Jorge Messi.

Así se podría competir con los petrodólares de Arabia, con el dinero de Estados Unidos o con los millones que París ofrecerá sin control. Barcelona sigue soñando con Messi, sabe que no es fácil y ofrecerle al argentino cobrar por cada ingreso que genere en Cataluña aparece como la única vía no solo para convencerle de dejar atrás sus rencillas con Laporta, sino igualmente a una Liga España que apenas dejará al club moverse en verano.