La temperatura viene subiendo en las últimas horas en el viejo continente. Las declaraciones cruzadas entre LaLiga y la Ligue 1 tienen en vilo a toda Europa, donde el enfrentamiento de poderes en el fútbol demuestra la tensión que se vive gracias al PSG y los mecanismo de Nasser Al-Khelaifi para salirse con las suyas en el mercado de fichajes.

"Actualmente el PSG gasta más de 500 millones de euros en salarios, con las pérdidas por el Covid y la disminución en los ingresos de televisión en Francia, eso es insostenible. Nosotros denunciamos al PSG y al City y volveremos a hacerlo. Nosotros denunciamos al PSG y al (Manchester) City hace unos años y evidentemente es algo que volveremos a iniciar. Los clubes estado son enemigos, al igual que la Superliga, declaraba el presidente de LaLiga Javier Tebas horas atrás.

 

“Contrólese”

Lejos de intentar calmar los humos, desde Francia aseguraron que sus normas del Fair play financiero están en regla mientras pedían a los dirigentes del fútbol español controlar sus “escandalosas declaraciones”. La guerra entre dos de las cinco grandes ligas europeas deja en claro la división que existe en el viejo continente.

"La Liga de Fútbol Profesional y La Liga, obviamente, no comparten el mismo enfoque sobre lo que deberían de ser las relaciones entre las ligas. No queremos ser un instrumento para ocultar los problemas internos que atraviesa actualmente el fútbol profesional español. Por otro lado, hay que señalar la generosidad económica de la que han disfrutado los clubes españoles durante muchas temporadas y que está en la raíz de los problemas actuales, no es responsabilidad suya", respondían desde Paris en un comunicado dirigido a Javier Tebas.

Pero no se quedó ahí la cosa, pues Nasser Al-Khelaifi también recogió el guante: "Estimado señor Tebas, usted se permite atacar públicamente al campeonato francés, a nuestro club, a nuestros jugadores - y a jugadores de otras formaciones - pero también a los amantes del fútbol francés, haciendo constantemente comentarios insultantes y difamatorios insinuando que no respetamos el reglas económicas que rigen el fútbol, y otras salidas infundadas".