El sistema de videoarbitraje (VAR) sigue generando polémica por estos días en todo el mundo. En Europa, mucho se ha hablado sobre la jugada de Marcos Alonso y su mano, que evitó que Chelsea sume un gol más a su cuenta ante Real Madrid, lo que podría haber cambiado su serie de cuartos de final de Champions League. Ahora, este jueves, por Europa League, en el partido de Barcelona y Eintracht Frankfurt se dio un presunto percance.
Eintracht Frankfurt logró una gran clasificación a semifinales tras derrotar a Barcelona en el Camp Nou en la vuelta de los cuartos de final de Europa League. Sin embargo, con el partido a su favor por 2-0, se dio una situación extraña con el VAR y el árbitro portugués Artur Dias. Lo llamaron para que revise una mano del colombiano Rafael Santos Borré, pero allí se dio la polémica.
¿Qué pasó con el VAR? El juez portugués se acercó a la zona de la pantalla del VAR para revisar la jugada, pero no la pudo ver. Al parecer, dicha pantalla no funcionaba, por lo que tuvo que seguir las indicaciones que le dieron desde la cabina del videoarbitraje mediante otro monitor y con otros auriculares puestos, provenientes de los veedores del partido. Al final, no cobró el penal.
#UELxESPN Para el árbitro, nada. La jugada de Santos Borré que generó polémica en Barcelona vs. Eintracht Frankfurt.
La mano de Santos Borré pudo haber cambiado el partido en caso de que se hubiese cobrado el penal, ya que Barcelona todavía estaba en partido y, de convertirlo, habría dejado el encuentro a un solo gol de diferencia. Sin embargo, el VAR hizo de las suyas, esta vez no apareciendo, más allá de que se tuvo una supuesta conversación con la gente de la cabina.
Rocambolesco. El VAR llama a Artur Dias para que revise una mano en el área del Eintracht, pero la pantalla no funciona y la comunicación va mal. Se pone unos cascos, consulta una imagen auxiliar y al final decreta que NO hay penalti.
Para completar este caso extraño, a Artur Dias, luego de aclarar que no iba a cobrar penal, evidenció problemas con el intercomunicador que tiene con sus otros árbitros y con el VAR. Por lo cual, la polémica con la tecnología tuvo otro capítulo más, que esta vez perjudicó al Barça.