El inicio de la década de los 2000 en el mundo del baloncesto tuvo nombre y apellido: Los Angeles Lakers. Esto, claro está, gracias a una de las duplas más dominantes de la historia conformada por Shaquille O’Neal y Kobe Bryant.

Bryant y Shaq compartieron el vestuario desde 1996 hasta 2004. Uno, siendo ya una estrella consagrada. El otro, apenas un escolta joven y altanero que quería demostrar que era una estrella.

Juntos ganaron tres anillos de campeón que el mismo Kobe aseguraba “podían haber sido 12”. Sin embargo, sus personalidades disímiles y egos crecientes nos privaron de esta dinastía, pues no pudieron convivir más en el vestuario.

O’Neal y Bryant intercambiaron ganchos y dimes y diretes a lo largo de su carrera, pero nunca faltó el mutuo respeto y admiración entre ambos. Tan es así, que no dudaron en reconciliarse pasados los años.

Es por eso que Shaq, en el marco de la conmoción que dejó la trágica partida de su ex compañero más icónico y recordado, le dedicó unas sentidas palabras a través de su cuenta de Instagram:

“No existen palabras para expresar el dolor que siento en por el trágico y triste momento de perder a mi amigo, mi hermano, mi compañero para ganar campeonatos, mi compinche. Te amo hermano y serás extrañado. Mis condolencias a la familia Bryant y las familias de los otros pasajeros a bordo. ¡ME SIENTO ENFERMO!”, escribió O’Neal.

A pesar de sus diferencias, juntos escribieron una página imborrable en la historia de la NBA y el deporte mundial. Ahora, solo nos quedará asimilar esta trágica y lamentable noticia.