Justo cuando todo parecía que la situación de la NBA con China no se podía poner peor, ahora las palabras de LeBron James lo convirtieron en el nuevo villano de la liga, al menos, ante los ojos de la gente.
Y es que, después de que un tuit de Daryl Morey pusier a la liga contra las cuerdas en territorio chino, James se puso del lado del silencio, en lugar de apoyar a los que protestan por la democracia en Hong Kong.
Teniendo en cuenta que James es un activista social muy vocal en los Estados Unidos, varios miembros de la comunidad del deporte lo han tildado de hipócrita, incluyendo a Enes Kanter, perseguido político por el gobierno de Turquía y confeso rival de James:
“No he visto o he hablado con mi familia en 5 años. Mi padre fue encarcelado. Mis hermanos no consiguen trabajo. Me revocaron el pasaporte. Tengo una orden internacional de arresto. Mi familia no puede salir del país. Recibo amenazas de muerte a diario. Me han atacado y acosado. Me intentaron secuestrar en Indonesia. LA LIBERTAD NO ES GRATIS”, escribió Kanter en su cuenta de Twitter.
Kanter ya había posteado un par de tuits más disimulados en torno a la sitaución, pero simplemente no pudo guardar más silencio ante la postura de una figura tan prominente como la de LeBron.
“Nuesta vida empieza a terminar cuando guardamos silencio acerca de las cosas importantes”, había escrito Kanter previamente citando a Martin Luther King, una cita que previamente había compartido James en su cuenta.
Este escándalo ha desenmascardo la presunta conciencia social de la NBA, que se ha doblegado ante la autoridad porque, en este caso, estar del lado justo les puede costar mucho dinero.