A pesar de que LeBron James llegó a los Lakers como su última esperanza para devolverles la gloria perdida hace casi una década, los fanáticos angelinos se siguen manteniendo escépticos hacia él, tras años considerándolo un rival.
En este sentido, si bien James dejó todo en el tabloncillo durante su primera temporada con los Lakers y se ganó el respeto de una facción de la fanaticada, aún está muy por detrás de otras leyendas que alguna vez vistieron la camiseta púrpura y dorada.
Es por eso que cuando a James se le ocurrió postear un montaje de él compirtiendo el banquillo con Kobe Bryant, Magic Johnson, Kareem Abdul-Jabbar y Shaquille O’Neal, los aficionados angelinos le recordaron que él aún no se había ganado el honor de comer en la misma mesa que ellos.
James ni siquiera pudo llevar a sus Lakers a los playoffs durante la primera campaña en el equipo y, aunque sea uno de los mejores jugadores de la historia, su legado en Los Ángeles apenas empieza.
Esta temporada, el Rey tendrá la oportunidad dorada para llevar su legado a lo más alto o terminar de ganarse el repudio de los angelinos, ahora que contará con la ayuda de Anthony Davis y DeMarcus Cousins.