Hace un par de décadas, un jugadortenía que estar casi sangrando y con una triple fractura para impedir que se vistiera de cortos y saltara a un tabloncillo de la NBA, sin importar en qué situación se encontrara su equipo.

Ahora, sin embargo, las cosas han cambiado, y las franquicias buscan preservar a sus máximos exponentes cuando ya están clasificados a los playoffs, o, por el contrario, ya quedaron fuera de competencia por un puesto en postemporada.

No obstante, parece que para Kevin Durant, alero estrella de los Golden State Warriors, esta práctica del “manejo de cargas” no es más que un peso y una gran molestia.

“¿Qué más se supone que haga? No tengo absolutamente nada más que hacer en este punto de mi vida que no sea jugar baloncesto”.

Existeuna gran probabilidad de que los Warriors sean el primer sembrado de la Conferencia Oeste y, en consecuencia, Durant deba verse obligado a descansar un par de compromisos para llegar sano y fresco a los playoffs.

Con temporadas de 82 partidos, es normal que los equipos quieran conservar a sus activos más valiosos, muy a su pesar y muy en contra de sus deseos.

Esta campaña, Durant ha sido vital para el éxito de los dirigidos por Steve Kerr, registrando promedios de 26.5 puntos, 6.5 rebotes y 5.8 asistencias por partido.