La jornada del martes debía servir para rendir homenaje a dos leyendas de juego que se despedirían de sus aficiones locales: Dwyane Wade y Dirk Nowitzki. Sin embargo, Magic Johnson se encargó de robarse los titulares.
Y es que, de la nada, el presidente de operaciones de los Lakers convocó a una rueda de prensa para anunciar que renunciaría a su puesto, incluso sin haberle notificado a Jeanie Buss, propietaria del equipo.
Johnson se había reunido con Buss, LeBronJames e incluso Rich Paul (agente de James) durante horasen los días previos para discutir el futuro de la franquicia, sin dar ningún indicio de que querría renunciar a su cargo.
Asimismo, los motivos que ofreció Johnson para justificar su decisión fueron incluso más insólitos,alegando que “quería volver a ser él mismo” y que “era más feliz cuando no era el presidente de operaciones de los Lakers”.
Johnson aseguró que “quería poder felicitar a otros jugadores, como Russell Westbrook cuando consiguió su triple-doble de 20-20-20” y que ya no podía hacerlo por su posición con el equipo. Sin embargo, aseguró que quería “ayudarlos como embajador y de otras formas”.
Por otra parte, Magic aseguró que no tuvo el valor para notificárselo a Buss, a quien considera su hermana, y que además, la gota que derramó el vaso fue el tener que despedir a Luke Walton al finalizar la temporada.
Magic jugó un papel fundamental en convencer a LeBron de firmar conLos Ángeles y, ahora, dejó huérfana a la franquicia pocoantes de uno de los veranos más importantes de su historia. Ahora, el equipo llegará a la agencia libre sin ningún indicio de dirección.
El periodista Adrian Wojnarowski reportó que Johnson nunca se comprometió por completo con su trabajo y que constantemente estuvo viajando y lejos del equipo, por lo que, tal vez, esto sea para mejor.