En noviembre del año,DaríoBenedettose rompió los ligamentos cruzados. Justo en el mejor momento de su carrera y con la posibilidad de ir al Mundial con la Selección Argentina, al “Pipa” se le vino la noche sin siquiera ver un atardecer.
Volvió tras ocho meses, pero también recayó en una molestia física que nuevamente lo tuvo lejos de las canchas. Para colmo, el gol se le hacía desear y su falta de confianza se hacía notar. Hasta hoy.
En la ida de las semis de la Copa Libertadores ante Palmeiras, el delantero de Boca ingresó desde el banco de suplentes y marcó de cabeza un golazo.
Y sí, en el festejo no pudo evitar quebrarse en llanto por tanta emoción. Una de las imágenes del día.
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