Para llegar a una liga del calibre de la NBA, y sobre todo, para mantenerte ahí, hay algo que nunca puede faltarle a un jugador: actitud competitiva y la voluntad de ganar a toda costa y contra todo rival.

Y aquellos que llegan a la liga siendo hijos de atletas, tienen el gen de la competitividad más desarrollado que nadie, pues cuentan con el ejemplo vivo del esfuerzo que implica ser un jugador de la NBA.

Sin embargo, parece que Doc Rivers, entrenador de los Clippers, se arrepentirá de haberle inculcado a su hijo este deseo maquiavélico por competir incluso a expensas del rival, después del episodio que protagonizaron ayer por la noche.

Y es que, con el tiempo por expirar y los Houston Rockets arriba por 8 puntos, su hijo Austin Rivers les solicitó a los árbitros que le propinaran otra falta técnica, para que así se fuera expulsado del partido.

Ni cortos ni perezosos, los principales comparecieron y decidieron mandar a Rivers temprano a los vestuarios, con la cámara capturando todo para que los trolls de internet hicieran de las suyas rápidamente.

Incluso el mismo Austin Rivers reconoció que “la cena del Día de Acción de Gracias será un poco incómoda” después de haber hecho que expulsaran – y multaran – a su progenitor. ¿Estará orgulloso papá?