La imagen del martes en la Liga MX fue la de una José Juan Macías con la cabeza gacha, luego de haber errado un penal que eran los tres puntos asegurados para Chivas. Los distintos medios comenzaron a opinar sobre el joven delantero, pero casi nadie se paró a elogiar lo que había hecho el portero rival.

Gil Alcalá fue el villano para Guadalajara, pero el héroe absoluto de Querétaro, ya que su penal atajado le valió un punto de oro a los Gallos Blancos en el Estadio Akron. Sin embargo, el propio cancerbero hubiera sufrido una atajada así en contra del Rebaño Sagrado en el pasado, ya que admitió que era hincha.

En diálogo con ESPN, Alcalá contó que el motivo por el cual era fanático del Campeonísimo se debe a un histórico jugador: “Tengo un ídolo que seguí desde muy joven. Osvaldo Sánchez marcó, para mí, mi carrera. Obviamente soy de Jalisco, le iba a las Chivas, entonces Osvaldo siempre significó una figura para mí en todo momento”.

A sus 28 años, el guardameta se ilusiona con seguir el ejemplo de San Oswaldo, quien disputó tres Copas del Mundo y es una leyenda absoluta del balompié mexicano: “Voy a tratar de seguir los pasos para ser el gran profesional que fue él, tener tantos partidos como él lo hizo y evidentemente disputar de Mundiales”.

Con actuaciones como la de la última semana, Gil Alcalá seguramente seguirá atrayendo a demás equipos y, quizás, el propio Chivas se fije en él cuando están con varias dudas en la portería. Por el momento, las alegrías son para Querétaro.