Víctor Guzmán para por un momento crítico en su vida y, sin dudas, el más feo de su carrera como futbolista profesional.
Ante la confirmación del doping positivo en la Prueba A, Chivas de Guadalajara anuló la transacción y tuvo que volver como un “paquete” a Pachuca.
En la interna de los Tuzos, confían en la inocencia del jugador y tienen mucha fe en que la Prueba B sea negativa, aunque es realmente difícil que suceda.
Sin embargo el presidente del Grupo Pachuca, Jesús Martínez, apoya al 100% al Pocho en este durísimo momento.
Ya contrataron a abogados internacionales para que lleven el caso de la mejor manera con la intención de que la sanción no sea de dos años.
Como dicta el reglamento, alegarán que el mediocentro consumió una droga social y no de rendimiento como ya pasó en casos famosos de dopaje.
Uno de los últimos y más conocido fue el de Paolo Guerrero, que utilizó ese argumento y logró que su sanción se reduzca.