El buen desempeño de Necaxa en los últimos meses se debe en gran parte a la capacidad goleadora de su máxima figura: Mauro Quiroga.

El argentino es el máximo artillero de la Liga MX desde el inicio del Apertura 2019 hasta aquí con 18 tantos. Dicho récord lo comparte con André-Pierre Gignac.

Por otra parte, las dedicatorias en sus goles son más que especiales. El Comandante, luego de romper redes, levanta sus brazos hacia el cielo y le agradece a sus abuelos: Emilia y Juan, quienes ya fallecieron.

“No soy de tener cábalas, lo único que hago entrando al campo es mirar al cielo y pedirle a Dios y a mis abuelos que me acompañen y me cuiden siempre”, señaló el delantero.

Y añadió: “Sus nombres los tengo tatuados en mis brazos. Ellos no me criaron, lo hicieron mis papás, pero ellos eran muy cercanos a mí. Realmente de las personas más importantes que tuve en mi vida. Ambos me vieron jugar desde pequeño y en mis comienzos como profesional; hoy deben estar muy orgullosos”.

“En cuanto a mis récords, los utilizo para seguir motivándome a seguir trabajando, creciendo y buscando aún más. Trato de no conformarme con nada y mi idea siempre es ganar y crecer”, sentenció Quiroga.