Nadie olvidará jamás aquella noche. Ni los jugadores de River y Boca que fueron parte, los cuerpos técnicos, los hinchas.
Ni Roger Bello, que fue el veedor de la Conmebol en dicha jornada, puede sacarse de la cabeza lo vivido en la Bombonera hace 5 años.
“Esa noche tuve miedo. En los primeros minutos, tuve miedo. En medio de ese caos, me detuve un momento y miré las tribunas. Dije: ‘Se nos vienen encima, acá se nos meten en la cancha y nos matan a todos’. Ése era mi gran temor”, le reveló a Diario Olé.
“Las condiciones para jugar, a los cinco minutos yo ya sabía que el partido no podía seguir, que había que suspenderlo. Yo me acerqué a Herrera y le dije: “Darío, vos no digas nada. Nada. Yo te voy a ir diciendo”. Yo ya sabía lo que iba a hacer, pero no se lo dije a nadie. No podía filtrarse. A los cinco minutos no podía decirles a 50 mil personas que un partido así no iba a seguir, que se fueran todos a sus casas”, confesó.
Armando como un rompecabezas esa jornada en su cabeza, viajó al momento en que Rodolfo D’Onofrio se metió al campo de juego: “Quería ver cómo estaban sus jugadores. Yo lo veo. Insultaba. Le dije: “Presidente, vuelva a su lugar, déjeme hacer mi trabajo”. Patanian me decía: “Así no pueden jugar”. Yo les dije: “Salgan”. No lo tomé como una presión, sino como que querían saber cómo estaban sus jugadores”.
¿Los jugadores del Xeneize? “Me preguntaban qué iba a pasar. Ellos tenían una gran incertidumbre. Fernando Gago, una excelente persona, en un momento, tapándose la boca, me dice: “Roger, lo empezás, ¿no? Mirá que si el partido no sigue, salimos todos muertos”. “Tranquilo, Fernando, tranquilo”, dijo sobre su conversación con el capitán.
Hasta con Gallardo tuvo diálogo: “Hablé con él en tres momentos. Me decía que los jugadores no se iban a recuperar: “Mirá cómo está Ponzio”. Y me preguntaba cuánto tiempo más iba a demorar para tomar una decisión. Yo tenía la decisión, pero no podía decirla. El único que me presionó fue el de seguridad”.
Para cerrar, dejó en claro que desde el comienzo él sabía que no se jugaría ese duelo: “Por el informe. Lo que pasó fue muy grave. Yo me fui de la Bombonera cerca de las dos de la mañana. Después de que se fueran los micros de los dos planteles. Ni un vidrio roto hubo. No pasó nada. Llegamos al hotel, estábamos en el hotel Da Vinci, en la calle Tucumán. Me acuerdo de que estuve hasta las 5.30 de la mañana haciendo el informe. Generalmente, esos informes son de una hoja. Tuve que pedir más. Fueron como cinco carillas”.