Uno de los grandes dramas que envuelve al fútbol argentino es el hecho de generar grandes futbolistas en las categorías inferiores, que apenas suben al primer equipo son vistos desde afuera por clubes que con su poderío económico, vienen con todo para llevárselos.
De esta manera, cuesta mucho retener a los jóvenes que demuestran un enorme potencial dentro del campo de juego, y tenerlos más de una temporada antes de que den el gran salto (al menos hablando de dinero) en su carrera parece milagroso.
Sobre esta situación opinó Carlos Bianchi, quien como entrenador en su país tiene una enorme experiencia y vivió de cerca lo previamente planteado. De igual manera, no lo hizo de una manera convencional.
El ‘Virrey’, en diálogo con El Grito Venezolano, soltó una muy llamativa comparación para dejar en claro que entiende lo que le sucede a aquellos jugadores que no dudan en emigrar.
“Voy a decir una estupidez, pero es una realidad. Muchos dicen, ¿por qué te casás a los 20? Viví la vida primero. ¿Por qué no se puede casar a los 20?. Yo me casé a los 22, me puse de novio a los 17 con mi esposa. Tuvimos cinco años de novio, era lógico que nos casáramos porque pensábamos que nuestro objetivo estaba en el extranjero”, comenzó explicando.
Luego, llegó a donde quería: “Esto es lo mismo. Al jugador quizá se le presenta la oportunidad a los 19 ó20 años y no se le presenta nunca más. Nosotros ganábamos en un año lo que hoy se gana en un día.Por más que no se quede en ese primer equipo, lo transfieren a otro y también busca otro contrato por cuatro o cinco años”.