Tal vez haya llegado el momento de que Carlos Lampe deje de ser recordado en Sudamérica como el arquero al que le metió un caño Lionel Messi. O como ese que llegó a Boca como refuerzo para el tramo final de la Libertadores 2018, que vivió el momento más doloroso en la historia del club con la final perdida ante River y que se fue sin haber sumado ni un solo minuto de fútbol oficial. Tal vez haya llegado el momento. O tal vez no.
Lo cierto es que aprovechando que el seleccionado boliviano quedó libre en la tercera fecha del Grupo A de la Copa América, en un entrenamiento muy distendido que tuvo lugar el mismo día que se enfrentaron Uruguay con Chile y Argentina con Paraguay, el arquero se las volvió a ingeniar para estar en boca del continente con un episodio mucho más feliz que los anteriormente referidos.
Las redes sociales del arquero jugaron un papel determinante para viralizar el momento en que recibió un tiro lejano con una extraña pirueta, recepcionándola entre la rodilla y el estómago para ensayar después una especie de vuelta carnero, soltarla para volverla a levantar con su pie derecho y salir jugando.
Atentos al episodio, desde las redes sociales del diario argentino Olé la compararon con el escorpión que popularizó el arquero colombiano René Higuita, no porque se haya tratado de una pirueta similar, ni porque la haya hecho en un escenario ni remotamente parecido a un Estadio de Wembley repleto, sino porque preguntaron a sus seguidores cuál de las dos era más difícil de realizar.
A falta de que el arquero boliviano, que debutó en la presente edición de la Copa América ante Chile tras ser suplente ante Paraguay, bautice con un nombre su obra maestra, nosotros ya tenemos nuestro veredicto. Aunque no nos parece oportuno decirlo, porque en esta nota estamos celebrando a Carlos Lampe.