Se va definiendo la presente edición de la Superliga Argentina de Primera División. Racing Club arribó al estadio del necesitado Tigre sabiendo que, de imponerse, daría la vuelta olímpica.
En ese contexto, el primero en festejar fue el equipo conducido tácticamente por Eduardo Coudet. Lo hizo gracias a un blooper de Gonzalo Marinelli que fue aprovechado por Augusto Solari.
Posteriormente, la Academia tuvo una posibilidad realmente inmejorable para llegar a la segunda conquista, liquidar el compromiso y también sellar el título. Sin embargo, no pudo hacerlo.
Renzo Saravia se proyectó por el sector derecho y asistió de gran manera a Lisandro López, que definió de forma estupenda pero no tuvo ni un poco de suerte.
El experimentado delantero de Racing deleitó a propios y extraños con una vaselina exquisita que terminó estrellándose contra el travesaño.