No fue el mejor debut para Tigre en la fase de grupos de la edición 2020 de una Copa Libertadores a la que se clasificó el mismo año en que perdió la categoría, por haber ganado, ya descendido, la Copa de la Superliga. Sí, cosas del fútbol argentino.
El Matador cayó como local ante Palmeiras de Brasil, en un encuentro en el que jugó 30 minutos con un futbolista menos por la expulsión del ex-Vélez Matías Pérez Acuña.
Sin embargo, los hinchas de Tigre se las ingeniaron para dar que hablar a todo el continente por el espectáculo que brindaron desde las tribunas.
Nadie tuvo que pedirles a ellos que alienten, pese a que ya caían 2-0, y el aliento fue una auténtica locura, que sin dudas debe haber marcado a fuego a los futbolistas.
Más allá de lo especial que es siempre jugar una Copa Libertadores, el principal objetivo de Tigre se enfoca en regresar de inmediato a la Superliga Argentina.
El objetivo no se juzga hoy por hoy sencillo de conseguir, ya que el equipo que conduce Pipo Gorositose encuentra quinto en su Zona, fuera de los puestos de clasificación al reducido de la Primera Nacional.