Cuando el partido se moría y Boca se estaba quedando con una victoria clave, el árbitro y el VAR decidieron cobrar un penal inexistente en contra del Xeneize.

Sin embargo, la justicia llegó del lado de la suerte. Marco Ruben se hizo cargo del disparo y estrelló el balón en el palo.

Un poco de justicia después del insólito penal que le habían cobrado al elenco de Gustavo Alfaro.

Minutos después, el encuentro terminó y Boca se quedó con la victoria por la mínima ante Paranense en la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores.