La misma había sido pactada desde el pasado 27 de enero y finalizaba el próximo 20 de marzo. Una especie de cápsula o burbuja diplomática que el mundo del deporte intentó introducir en el conflicto latente por esos días, pero hoy eclosionado por la invasión de Rusia en Ucrania. Por eso, esta mañana, el Comité Olímpico Internacional (COI) condenó la invasión rusa en Ucrania y recordó que la Asamblea General de la ONU había acordado una tregua olímpica durante los Juegos Olímpicos de Invierno 2022. Thomas Bach, presidente del COI, reiteró un llamado a la paz, tal como hizo en sus discursos de apertura y clausura de los Juegos Olímpicos de Invierno 2022. “El COI está profundamente preocupado por la seguridad de la comunidad olímpica de Ucrania, debido a los recientes acontecimientos”, notificó Bach a través de un comunicado.
La medida había sido anunciada el 20 de enero último cuando el COI le dio la bienvenida al llamamiento a la tregua olímpica lanzado por Naciones Unidas en la previa de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín 2022. Por ello, instó a que la cita olímpica se celebre en un ambiente de “paz y respeto”.
Con la petición de la tregua, adoptada por consenso por los 193 Estados miembros de la ONU, el COI apoyó “la misión de los Juegos Olímpicos de unir a los mejores atletas del mundo, sin discriminación, en una competición pacífica y respetuosa”, subrayó en un comunicado el presidente del COI, Thomas Bach.
La misma estaba pautada para el periodo comprendido entre el 27 de enero y el 20 de marzo (empezó siete días antes de los Juegos Olímpicos, y finalizaba una semana después de los Paralímpicos). En suma, la tregua olímpica sigue una tradición iniciada hace más de 3000 años, en los Juegos Olímpicos de la antigua Grecia. La tregua olímpica, o ekecheria, es la antigua tradición griega que se remonta al siglo VIII a. c. Todos los conflictos cesaban durante la tregua, que comenzaba siete días antes de la apertura de los Juegos Olímpicos y finalizaba el séptimo día a partir de su finalización. El objetivo era garantizar la seguridad de todas las personas asistentes: atletas, artistas, familiares y peregrinos que acudían al acontecimiento deportivo. La agrada tradición de la ekecheiria era uno de los pilares esenciales de los Juegos Olímpicos de la antigüedad. A partir de su imposición se permitía a los atletas competir en los Juegos y a los espectadores presenciarlos en un entorno seguro y pacífico. La tregua fue ordenada por el oráculo de Delfos como medio de poner fin a las guerras que por entonces devastaban el Peloponeso. Fue así como se consiguió el acuerdo de paz más duradero de la historia. La tradición griega de la ekecheiria que se había iniciado en el siglo VIII antes de Cristo fue rescatada en 1992 por el COI que exhortó a todos los países a observar la tregua olímpica.
Curiosamente, no es la primera vez que Rusia rompe una tregua olímpica. Durante los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, Vladimir Putin oficiaba como Primer Ministro, al tiempo que Dimitri Medvédev era presidente, el 7 de agosto de ese año, Rusia dio la orden de atacar a Georgia que fue derrotada. Como consecuencia inmediata, Moscú reconoció la independencia de Abjasia y Osetia del Sur. Medvédev, como presidente, tuvo el principal protagonismo en el conflicto, pero siempre contó con el apoyo de Putin, el verdadero hombre fuerte de Rusia.