Como mínimo, antideportivo. Como mínimo, desleal. Luego, elija la palabra que usted quiera. Eso le cabe al maratonista francés Morhad Amdoun, de 33 años. ¿Qué ocurrió? Simple, hizo algo que quedó en evidencia para todos. Incluso para quienes no corren o no se mezclan con el mundo maratoniano.
Mucho se habló del calor y la humedad reinantes en Japón. Por ello, el maratón como la marcha, tanto femenina como masculina, se desarrollaron a 1100 kilómetros del epicentro olímpico: Tokio. Las pruebas en Sapporo mostraron imágenes de atletas desvanecidos y luchando contra ese muro que resultó la temperatura (alrededor de 27 grados y casi 90% de humedad de promedio). En ese sentido, los puestos de avituallamiento se convirtieron en verdaderos oasis para refrescar el cuerpo y alma de todos y cada uno de los atletas que iniciaron cada una de las pruebas. En total fueron cinco: marcha masculina (20 y 50km) y femenina (20km) y sendos maratones para damas y caballeros.
Si bien los flashes del maratón masculino, como siempre, tuvieron al rey de la distancia, el keniata Eliud Kipchoge que se volvió a quedar con la medalla de oro, hubo otro para el francés Amdouni cuya acción generó molestias y críticas. Durante el paso de un pack de corredores por uno de los puestos de hidratación ubicado en el kilómetro 28, el francés tiró al piso toda una fila de botellas de agua que estaban desplegadas sobre la mesa. Tomó la última que quedó en pie y siguió su camino, ante la sorpresa de los voluntarios que estaban en el lugar.
Las cámaras de la transmisión oficial llegaron a capturar el momento justo y, rápidamente, esas imágenes se viralizaron. Acto seguido, las redes se llenaron de críticas e indignación ante semejante comportamiento del atleta europeo. El mundo del atletismo quedó realmente sorprendido por esta acción.
Por caso, el australiano Ben St Lawrence, quien participó de la prueba de los 10.000 metros en Londres 2012 y en Río de Janeiro 2016, compartió el video y preguntó a sus seguidores: “¿Qué piensan de Amdouni tirando toda una fila de botellas antes de agarrar la última?”.
Y el periodista británico Piers Morgan inclusive pidió para el atleta francés “la medalla de oro a la mayor idiotez de los Juegos Olímpicos de Tokio”.
Las respuestas fueron lapidarias contra el francés que terminó en el puesto 17° de la clasificación general, quien en la fiesta de clausura subió un video a su cuenta de Instagram en la que no mencionó nada del incidente y dijo que dio todo por su país y que, en cierta parte de la carrera, perdió la cabeza y que le costaba pensar por tanto carlo.
¿Verdad o mentira? ¿Atajo o realidad? Vaya uno a saber.