El 2-8 sufrido por Barcelona contra Bayern Munich en el marco de los cuartos de final de la UEFA Champions League generó un antes y un después en la poderosa escuadra catalana, que no demoró en iniciar una fuerte renovación.
El primero en marcharse fue Quique Setién, su director técnico. Y, rápidamente, el subcampeón de la última edición de La Liga de España fue a buscar a un viejo conocido: Ronald Koeman, que se encontraba dirigiendo al seleccionado holandés.
Una vez en Barcelona, Koeman no anduvo con vueltas y les comunicó a varios jugadores que no iban a ser tenidos en cuenta. Entre ellos estuvieron dos experimentados y de peso como Luis Suárez, que se marchó a Atlético de Madrid, y Arturo Vidal, que se fue a Inter de Milán.
Precisamente, el equipo comandado tácticamente por Antonio Conte llevaba un largo tiempo interesado en los servicios del mediocampista chileno que anteriormente también se desempeñó en Colo Colo, Bayer Leverkusen, Juventus y Bayern Munich.
Y, este sábado, finalmente llegó el anhelado debut del dos veces campeón de la Copa América con el seleccionado chileno. Se produjo en la gran y emocionante victoria de su equipo por 4-3 como local de Fiorentina, en un final agónico.
Arturo Vidal ingresó al campo de juego a los 29 minutos de la etapa complementaria, cuando Inter caía por 3-2. Reemplazó a Marcelo Brozovoc y terminó siendo partícipe de la remontada de los de Conte para hacerse con los tres puntos.