Créanos si les decimos que Edin Dzeko decidió que la jugada terminara en penal a favor de Roma.
Apenas vio extenderse la mano de Milinkovic-Savic dentro del área, le apuntó e hizo impactar allí el balón.
En aplicación del nuevo reglamento, al árbitro no le quedó más opción que señalar penal, aunque sabía que el futbolista de Lazio no había buscado con la mano el balón, sino que fue al revés.
El encargado de cambiar por gol la gestión de Dzeko fue Kolarov, que definió con violencia y precisión para adelantar a Roma en el Derby.