Este miércoles, los de Jürgen Klopp jugaron su último partido de local en la Premier League y dieron que hablar.
Recibieron al Chelsea de Frenkie Lampard, que necesitaba ganar para asegurarse la plaza de Champions League.
En la primera parte, Liverpool demostró por qué se consagraron campeones y rozaron el puntaje total de las cien unidades.
Sin embargo, para antes del entretiempo, la visita descontó y pronosticó un verdadero partidazo para la segunda parte.
Así fue: ¡5-3 terminó todo! En un contragolpe sobre los últimos minutos, los locales sentenciaron el quinto.
Sin embargo, minutos antes, Chelsea pudo haber rescatado un épico 4-4.