El silbato del árbitro suena en el Giuseppe Meazza. Parece que la última etapa de la Serie A se disputará apenas entre dos equipos. Y ninguno de ellos es el Inter.
Los dirigidos por Antonio Conte se enfrentaron hoy como locales ante la Fiorentina, equipo que marcha onceavo en la clasificación general.
Uno de los principales escoltas del líder Juventus necesitaba ganar para no perderle pisada a su escolta Atalanta.
Sin embargo, los visitantes se plantaron atrás y consiguieron sacar un punto que, honestamente, no le sirve mucho a ninguno de los dos.
Ni siquiera el ingreso de Lautaro Martínez en el complemento (Alexis Sánchez fue titular) sirvió para cambiar la historia del encuentro.
Una derrota del actual campeón ante Udinese (juegan mañana) podría ser la última esperanza de los de Milano para seguir soñando con un título que cada vez se aleja más.