James Rodríguez fue una de las figuras del vibrante partido que jugaron Manchester United y Everton, en la fecha 23 de la Premier League, que finalizó con un gol en el último minuto de Dominic Calvert-Lewin para el 3-3 definitivo.

El volante colombiano fue el encargado de poner el 2-2 parcial, cuando iban 7 minutos del segundo tiempo y apenas tres después del primer gol de los ‘Toffees’, con un latigazo de zurda en el que no pudo hacer nada el arquero David De Gea.

Sin embargo, cuando faltaba un poco más de 20 minutos para que se acabara el encuentro, James ya había sufrido dos duros golpes y no se le veía al 100% por lo que el técnico Carlo Ancelotti decidió sacarlo del campo.

Y fue el mismo entrenador italiano el que al final confirmó que Rodríguez sí sufrió unas molestias durante el partido, e incluso fueron antes de que finalizara el primer tiempo y así se lo hizo saber en el camerino, pero el colombiano no quiso salir.

“Tuvo un problema en la pantorrilla al final de la primera mitad. Lo intentamos durante 10-15 minutos [de la segunda mitad] pero la pantorrilla estaba apretada.Preferí sacarlo.Marcó un gol fantástico y lo saqué para evitar problemas”, afirmó Ancelotti.