Quedaban apenas unas horas para que finalice el mercado de pases europeo. Era el 31 de enero y en la casa de Luciano Acosta, en Washington, sonó el teléfono.
El enganche del DC United no lo podía creer: del otro lado de la línea le pareció escuchar “ParisSaint Germain”. Y así, con lo puesto, partió para la capital francesa donde hacía algunos pocos días se había mudado su amigo Leandro Paredes.
Sin embargo, las cosas no salieron como él esperaba y, tras un día ajetreado en el viejo continente,Luchoregresó a Estados Unidos con la cabeza baja.
En diálogo conAtaque Futbolero,el exjugador de Boca contó como fueron esas horas en las que reinaronla incertidumbre y la ilusión.
“El interés del PSG fue real. Estuve en París haciendome la revisión médica, pero a minutos de firmar no hubo arreglo entre los clubes y se cayó. Estuve horas encerrado en un hotel, con muchísimos nervios. Se me volaba la cabeza”, confesó. ¡Siempre hay revancha,Lucho!