Una constante delBarcelonade Quique Setién, que todavía se está acomodando a las órdenes del nuevo entrenador, ha sido la tenencia de balon.

Sin embargo, también ha ido de la mano de la posesión de pelota las pocas oportunidades en ataque que ha generado a partir de ello.

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Este martes, en la ida de los octavos de final de la Champions League, Barcelona tocó y tocó en la primera parte pero sin ningún beneficio.

Por eso,Napolise encargó de abrir el marcador de la manera más opuesta posible: juego directo gracias a la presión alta.

El dueño de casa atacó por la banda izquierda,Dries Mertensrecibió desde lo opuesto y clavó un golazo al ángulo.

¡Qué pegada, por favor!