En la historia de la Copa África, la Selección Senegalesa, una de las más fuertes del continente en este siglo, tenía una deuda pendiente en la competición. En las ediciones 2002 y 2019 habían alcanzado la final, pero no pudieron levantar el trofeo.
En el Estadio Internacional del Cairo, en el torneo del 2019, Argelia celebró con un gol tempranero. En aquella ocasión, Riyad Mahrez, otra de las grandes estrellas africanas, le ahogó el sueño de Sadio Mané, que tuvo revancha en el 2022 ante Egipto, convirtiendo el penal definitivo.
Tras la serie desde los 12 pasos, las imágenes en el césped fueron alucinantes. Los futbolistas senegaleses no pudieron contener la emoción y desataron un enorme festejo por el primer título en el evento para su país. En las calles de Dakar, la capital, también fue todo alegría y descontrol.
El Presidente de Senegal, Macky Sall, se encontraba en Adis Abeba, capital de Etiopía,por temas de agenda por su cargo y tenía previsto viajar luego a Islas Comoras por la misma razón, pero canceló los planes y volvió hacia su país para sumarse a los festejos. Además, decretó el día no laborable para que toda la población pudiera acercarse a recibir al plantel en el aeropuerto.
“¡Campeones de África! ¡Qué partido, qué equipo! Lo hicieron. Hermoso momento de fútbol, de comunión. Orgullo nacional. Orgulloso de ustedes. Felicitaciones a nuestros héroes“, escribió el máximo mandatario en su cuenta de Twitter tras la final.