Los Lakers son un completo desastre y, a pesar de que quiera mantenerse al margen, LeBron James es uno de los responsables principales.

El Rey no ha mostrado el mínimo esfuerzo o interés a la defensiva y sus compañeros parecen contagiarse, especialmente en sus derrotas más recientes.

En su revés ante los Phoenix Suns, el Rey se mostró completamente desmotivado y, a pesar de registrar números impresionantes a la ofensiva, su displicencia defensiva fue simplemente vergonzosa.

En pleno tercer cuarto, LeBron merodeó la pintura sin hacer el mínimo esfuerzo por siquiera tratar de frenar a los rivales.

Por si esto fuera poco, cuando fue a reponer las acciones desde la línea de fondo, simplemente lanzó el balón contra la parte trasera del tablero, perdiendo el balón de la forma más insólita que lo hemos visto en su carrera.

Queda claro que si este será el esfuerzo que mostrará James, los Lakers estarían mucho mejor simplemente enviándolo al banquillo por el resto de la campaña para concentrarse en la próxima temporada.