Sierra Leona sigue siendo un terremoto para los gigantes de la Copa África. Luego de haber empatado en su debut ante la vigente campeona Argelia por 0-0, los dirigidos por John Keister volvieron a hacerse fuertes contra Costa de Marfil en un 2-2 donde uno de los nombres más destacados pasó por el del central Steven Caulker. Está es la apasionante historia del hombre que pasó de hundirse en adicciones y pensar en el suicidio a ser una de las figuras del torneo.
Nacido el 29 de noviembre de 1991 en un modesto barrio de Londres, el nombre de Steven Caulker sonaba algo desconocido para los amantes de este deporte solo unas horas atrás. El líder de la defensa de Sierra Leona ha vuelto locos a los Mahrez, Haller, Pépé, Zaha y Slimani a base de esfuerzo y garra con un equipo que es una de las sensaciones del torneo. No todo fueron siempre alegrías para un hombre al que el amor por el país de su familia le salvó la vida.
Realizó las inferiores en un Tottenham donde buscaron darle minutos con préstamos a Yeovil Town, Bristol City y Swansea, donde dejó una buena imagen que le permitió luchar por un puesto en los Spurs en 2012. Era tan llamativo su crecimiento que hasta pudo defender los colores de Inglaterra en los Olímpicos de aquel año en Londres, dándose el gusto de marcar a figuras emergentes como Luis Suárez.
Del cielo al infierno en un solo paso
Tras un nuevo paso por Queens Park Rangers y Cardiff, Jürgen Klopp puso sus ojos en el zaguero en medio de la avalancha de bajas con las que contaba Liverpool en defensa en 2016 y así le llegaba la chance de su carrera a Steven Caulker. La adaptación no fue la esperada y el central se hundió en una profunda depresión.
“Fue una época oscura. Todo lo que había hecho en el fútbol. ¿A dónde me había llevado? La culpa, la vergüenza, la humillación pública en los medios… ¿Para qué? Pensé varias veces en el suicidio. No había escapatoria, ninguna salida a parte de ‘salir’. Bebía hasta olvidar para no sentir nada y creo que perdí el 70% de lo que había ganado. Me senté durante años odiándome a mí mismo. Nunca entendí por qué no podía ser como los demás. Ese año fue casi el final. No había comprensión de lo que estaba pasando en mi cabeza”, declaraba hace no mucho el central en The Guardian.
El renacido Caulker
Durante aquellos años difíciles su familia fue un pilar determinante. El abuelo del jugador le llevó varias veces a Sierra Leona (de donde había emigrado años atrás) para descomprimir de un presente oscuro y ahí empezó la redención de un Steven Caulker que empezó a colaborar con la construcción de escuelas e instalaciones en Kambia.
“Hay mucho por lo que luchar aquí. Siempre he tratado de poner mi granito de arena. Mis abuelos siempre me lo enseñaron”, relataba el hombre que fichaba por Dundee de Escocia en 2018 para volver a sentirse futbolista y empezar a renacer mientras el deporte le entregaba una nueva oportunidad.
Fueron pasando los años y su evolución volvió a estar presente. Alanyaspor, Fenerbahce y Gaziantep F. K le dieron la chance de seguir creciendo a un Caulker que meses atrás devolvería el cariño a Sierra Leona decidiéndose por la selección de su abuelo para jugar de manera internacional. Lleva dos encuentros con los Leones Estrellas, mismo número de empates y si derrota a Guinea Ecuatorial en la última jornada de la fase de grupos podrían dejar por fuera de la Copa África a gigantes del continente como Costa de Marfil o Argelia.