Un sospechoso pago de 6,7 millones de euros que involucra a Beckenbauer desató sospechas sobre la adjudicación de la Copa del Mundo de Alemania.

Una década después del Mundial de Alemania 2006, y, cuando todavía quedan secuelas del escándalo en la FIFA, comenzaron las sospechas sobre la adjudicación de dicha Copa del Mundo. Las mismas involucran, nada más ni nada menos, que a Franz Beckenbauer.

La Comisión de Ética de la FIFA abrió una investigación sobre dicho Mundial por un sospechoso pago de 6,7 millones de euros. Además de Beckenbauer, el organismo rector del fútbol mundial tiene bajo la lupa a los ex presidentes de la Federación Alemana de Fútbol, Wolfgang Nierbasch y Theo Zwanziger, los ex secretarios generales de la DFB, Helmut Sandrock y Horst Schmidt y el ex jefe financiero Stefan Hans. Todos ellos eran miembros del comité organizador.

En 2002, Beckenbauer emitió un sospechoso pago de 6,7 millones de euros.

La investigación comenzó cuando, en octubre de 2015, salió a la luz dicho pago por parte de Beckenbauer y su socio Robert Schwan, además de la ayuda de Robert Louis-Dreyfus, entonces presidente de Adidas. El giro se realizó en 2002 a una cuenta de Qatar a nombre de Mohamed Bin Hammam, ex miembro de la FIFA.

La FIFA aseguró en su comunicado que Beckenbauer, Zwanziger, Schmidt y Hans serán investigados por supuestos “pagos y contratos injustificados que tenían como objetivo obtener una ventaja en el proceso de selección de la sede del Mundial”.

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