El próximo 13 de junio en Moscú, se conocerá si Marruecos o la triple candidatura de Norte América de Estados Unidos-Canadá-México, se quedan con la organización del Mundial que sucederá al de Qatar 2022.
Sin dudas, en este lado del mundo, el conocimiento de los americanos es basto, sin embargo, de Marruecos, es poco lo que se conoce, más que es un país africano que tiene una estrella verde en su bandera.
Marruecos se ubica en África del norte, tiene una población de 35 millones de habitantes en un territorio de 710.850 km2. y es la puerta de ingreso al continente desde Europa. En su tierra conviven tres religiones sin ningún tipo de problemas: judía, cristiana y musulmana.
Los idiomas oficiales son el árabe y el amazigh, aunque dicen los locales que un turista perfectamente puede “defenderse” en español, francés e inglés. Políticamente hablando, Marruecos cuenta con una monarquía parlamentaria, cuenta con un rey, Mohamed VI, quien ejerce como Jefe de Estado y es el encargado de designar al Jefe de Gobierno, quien es elegido a través de elecciones legislativas.
Turísticamente, Marruecos ofrece una linda mezcla de lo antiguo y lo moderno en sus icónicas ciudades de Marrakech y Casablanca, donde además de sus típicos comercios de especies y telas, cuenta con emplazamientos arquitectónicos de última generación, y en lugares emblemáticos como el nuevo Centro de Convenciones y Exposiciones (MCEC) en Marrakech, el centro de exposiciones de Casablanca (OFEC), y la MITA, plataforma logística ya existente en dicha ciudad.
Con estas credenciales se presenta Marruecos para pelear su opción al Mundial de 2026 y hacerle frente a los poderosos del norte.