Octavos de Final de la Copa del Mundo de 2006. Estadio Red Bull Arena en Leipzig, Alemania. México empata 1-1 frente a Argentina, candidato al título, en la busca del tan ansiado quinto juego.

Minuto 98. Partido cerrado. Todo parece indicar que terminará en empate y la clasificación se definirá a través de los penales. Sin embargo, Juan Pablo Sorín mete un cambio de frente de 35 metros al pecho de Maximiliano Rodríguez, quien la controlay sin dejarla picar saca una volea con su pierna menos hábil y la cuelga del ángulo.

Hoy, casi catorce años después de ese gol histórico e inolvidable, los protagonistas recordaron ese encuentro en un directo de Instagram.

Sorín confesó: “Nos complicó mucho México, nos puso contra las cuerdas, con ese equipo deLa Volpeque jugaba muy bien. Pero de repenteArgentinaganó, tiene eso sagrado, reaccionamos, todos los enanos a tocar, merecíamos pasar de fase”.

“La verdad no cambio mucho de frente, vos lo sabes, no tengo la pegada deRoberto Carlos, no tengo ni siquiera el músculo, pero te vi, no sé cómo te vi, pero te vi allá lejos y por suerte el cambio de frente salió limpio, creo que con la velocidad justa”, apuntó el lateral izquierdo que en ese entonces jugaba en Villarreal.

Maxi, autor del tanto, destacó: “Son cosas que se dan en el momento, siempre digo eso, que Juampi no es de cambiar de frente, siempre lo hablábamos. Como te grité tanto, me la tiraste de lo pesado que era que te la pedía, pero en el momento cuando viene la pelota la quería acomodar para mi pierna hábil, para la derecha, pero como veo que el defensor va a cerrar el tiro, entonces giro en algo que sale natural”.

“Cuando la paro de pecho ahí digo que le pego y cuando sale al arco, la empalmo y ya veo el recorrido que se va a meter es impresionante. Creo que si pateo 10 millones de veces más puede terminar en la tribuna, me la puede sacar el portero, pero creo que en el momento que tenía que entrar, entró y eso fue lo lindo”, sentenció el atacante que dejó una huella imborrable en la Selección Argentina.