El partido entre Croacia y Dinamarca empezó de una manera alocada, con 2 goles en apenas tres minutos de juego.
Y pudo terminar de una manera infartante, con un penal a favor del equipo de Modrica 5 minutos del final.
Pero el croata no definió como sabe, y ante la presión le pegó muy despacio para entregarle la pelota a las manos del arquero rival.
Ahora todo se define en los penales, donde cualquiera puede ganar.