Muchas curiosidades nos está dejando este Mundial, con Irán como el principal país a cargo de ellas.
En esta ocasión, en la última jugada del partido, un defensor del conjunto asiático realmente nos sorprendió a todos.
Ante la posibilidad de tirar un lateral al área para lograr un agónico empate, el jugador beso la pelota y ¡dio una vuelta carnero! antes de sacarlo.
Para colmo, el árbitro había frenado el juego y lo detuvo antes de lanzarlo, por lo que después lo tuvo que hacer de manera normal.