Días atrás, cuando había finalizado la segunda jornada de la fase de grupos del Mundial de Rusia, existían grandes probabilidades de que Alemania y Brasil se cruzaran en octavos de final; para reeditar el partido que en 2014 abrió una de las heridas más grandes en el corazón del seleccionado brasileño.
Y vaya si habrán respirado aliviados en la concentración de la Canarinha, aunque todavía no han asegurado su clasificación, al ser testigos de la gran sorpresa de la presente Copa del Mundo: el triunfo 2-0 de Corea del Sur sobre Alemania, que despidió en fase de grupos a los campeones vigentes.
Casualidad o no, apenas consumada la eliminación del seleccionado alemán, Neymarpublicó un posteo en su cuenta de Instagram agradeciendo al cielo con una frase que ya es típica en él:“Dios nos bendiga y nos proteja”.
Ahora resta que los pentacampeones cumplan con su parte, se desembaracen del escollo serbio y se instalen en los octavos de final de la competición.