"La cosa mental y física más difícil que he hecho'', definió este campeón del mundo con Alemania en la Copa del Mundo de Brasil 2014 (venció a Argentina 1 a 0 en el Estadio Maracaná) al método Wim Hof, una práctica que intenta demostrar que a través de un determinado ritmo de respiración y una adecuada concentración, el cuerpo humano puede tolerar temperaturas extremas tanto bajas como altas.

El protagonista es André Schürrle, exdelantero del combinado teutón, que a mediados del 2020, con tan solo 29 años, sorprendió al mundo del fútbol al anunciar su retiro profesional una vez acabado su contrato con el Spartak de Moscú, según declaraciones de él, por sentirse ''solo'' cuando no encontraba los resultados y ver que los ''momentos altos'' empezaban a ser ''menos frecuentes''.

 

Pero eso no significó que deseaba tener una vida tranquila. De hecho, la travesía a la que se sometió y que él mismo divulgó en su cuenta de Instagram, pone a prueba la resistencia natural del organismo. Escaló con el torso descubierto las montañas del Sniezka, el punto más alto de la República Checa a 1.603 metros sobre el nivel del mar. 

André Schürrle publicó en Instagram su arriesgada experiencia.

''Los últimos minutos no podía sentir nada y tuve que encontrar algo muy dentro de mí para seguir adelante. Una experiencia que nunca olvidaré! -19 grados, 100 km/h viento en nuestras caras, fuerte nieve y lluvia. Lo que aprendí... mi cuerpo y yo somos más fuertes de lo que pensaba si pongo mi mente y alma en ello puedo hacerlo todo", describió el alemán en su publicación. Sin dudas, mucho más arriesgado que jugar una final de mundo.