El partido era una buena medida para ambos, para buscar un buen cierre de temporada había un duelo directo en la Serie A, en el Olímpico, Roma y Milan se midieron en la fecha 32 de la Serie A y tras un apretado partido, el empate se consumó, pero con dos goles en el tiempo de adición, terminaron 1-1.
El encuentro no había sido malo, tuvo muchas llegadas, pero le faltó presición, ambos priorizaron no recibir goles en el partido, por eso hubo que esperar mucho tiempo para poder celebrar los goles.
Tras más de 90 minutos con intentos poco profundos llegaron los minutos de locura, primero con Abraham que se sacó de encima a un rival y definió a los 93 minutos del partido, habían dado seis de adición y parecía que era el gol determinante.
¡Nada de eso! Milan salió como una fiera herida, sabiendo que una pelota le iba a quedar en el área, y así fue, cuatro minutos después, en el 97, Saelemaekers recibió de Rafa Leao en el área y definió con algo de suspenso entre las piernas de Rui Patricio.
Así las emociones llegaron al final y a Orsatto le gustó el suspenso del final decidió sumar más minutos, pero ya ninguno se animó a ir a buscar el resultado, el empate estaba sellado, no en piedra por los goles que encontraron al final, pero empate que los deja a ambos espectantes aún por ese cuarto lugar de las posiciones en el que igualan con 57 puntos.