Fue precisamente en el Red Bull Arena, el escenario deportivo donde Bayern Múnich venció 5-3 a Leipzig, los dueños de casa, para quedarse con el título de supercampeón de Alemania, en la Supercopa de ese país. Fue un encuentro a puro gol y de grandes emociones.
Justamente a los 14 minutos de partido, el joven, Jamal Musiala abrió el marcador luego de una buena jugada en conjunto por parte de sus compañeros. Misma fórmula que se utilizó para la segunda diana, lograda por el ex Liverpool, el senegalés, Sadio Mané, quien definió a placer luego de un Tikitaka de su equipo. Primer gol oficial.
Una tranquilidad temporal vivió el cuadro dirigido por Julian Nagelsmann, ya que antes de finalizar la primera mitad, el lateral derecho francés Benjamin Pavard, Marcó el 3-0, con el que parecía todo estaba sentenciado a favor de los de la región de Baviera.
Sin embargo, cuando se completó la hora de partido, apareció el defensa, Marcel Halstenberg, quien se impuso por los aires para poner el descuento del conjunto de la bebida energética. Hasta ahí, nada fuera de lo común. De hecho, 6 minutos más adelante, el recién renovado, Serge Gnabry, anotó el 4-1. Una ventaja considerable a favor de los bávaros.
Cuando el reloj circulaba por el minuto 77, el francés Christopher Nkunku, de penal, anotó el 4-2. Remate seco al techo del arco defendido por Manuel Neuer. A falta de 11 minutos para el final del partido, el español Dani Olmo, puso a sufrir a los de rojo, ya que dejó el tanteador 4-3.
Pero como fue un partido con varios parones, el tiempo agregado llegó al 98, momento en el que luego de un rechazo y contra letal, a pura velocidad, por parte de Leroy Sané, el número 10, con varios enganches en el área grande, dejó a sus rivales en el suelo para sentenciar el 5-3 final.