La guerra entre UEFA y la Superliga Eurpea continúa y el presidente de la confederación del Viejo Continente, Aleksander Ceferin ha vuelto a hablar del tema. En una conversación con Gary Neville, el mandatario reveló las conversaciones que tuvo con los clubes ingleses cuando todo explotó.
El presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin apareció en el programa de YouTube, The Overlap y habló sobre cómo se dieron las primeras horas de la Superliga Europea. Vale recordar que, inicialmente, eran 12 clubes fundadores, de los cuales 6 eran de la Premier League.
En su conversación con Gary Neville, Ceferin habló de las conversaciones que tuvo con los clubes ingleses. " Dos clubes dudaban mucho en Inglaterra. Estaban vacilantes. Me dijeron que querían seguir siendo amigos de la UEFA: ‘Seremos amigos tuyos desde adentro ’".
" Por lo que sé, desafortunadamente había dos dueños muy involucrados y el Liverpool también. Los últimos en sumarse fueron Chelsea y Manchester City. No estoy seguro sobre Tottenham y Arsenal. Cuando llegué a Suiza, recibí una llamada telefónica de uno de los clubes ingleses, no diré cual, diciendo que tendríamos que unirnos a este proyecto. Me alteré un poco y les dije: ‘Váyanse al infierno, desde mañana son mis enemigos, no quiero hablarles más’. Fue muy difícil " añadió.
¿Superliga sin ingleses?
Tras la salida del Big Six de la Premier League, el presidente de la UEFA consideró que la Superliga no tiene futuro. "Sin los clubes ingleses, la Champions League no es lo mismo, y no existiría la Superliga. Los clubes alemanes están en la misma posición que los clubes ingleses, pero no tuvimos protestas en Alemania porque ningún club alemán se unió a la Superliga. Si se unieran el Bayern de Múnich o el Borussia Dortmund, verías a la gente en las calles, de la misma manera que la viste en Inglaterra. Francia está en contra. En España, de 20 clubes de LaLiga, 18 están en contra. Cuando se quejaron de que quieren su Superliga, jueguen su Superliga. Sois tres, podéis jugar vuestra Superliga. A nadie le importa. Nadie los quiere, el fútbol no los quiere".