Newcastle sigue soñando con la Champions League. Sigue en el tercer lugar de la Premier League luego de vencer a Everton por 4-1 en Goodison Park. Un doblete de Callum Wilson y los goles de Joelinton y Jacob Murphy condenaron a los 'Toffees', que siguen en los últimos lugares y se complican con el descenso.
Las 'Urracas' aceleraron en el momento preciso del segundo tiempo para liquidar el pleito en un irregular partido. Los presentes de cada equipo incidieron en el resultado final, ya que, con poco, el visitante pudo doblegar a los de Merseyside, que con el segundo gol terminaron por tirar la toalla.
En la primera mitad, no hubo casi situaciones de peligro. Newcastle se puso en ventaja a los 28 minutos con una jugada por izquierda en donde Joelinton remató desde ese sector. El rebote que dejó Pickford lo aprovechó Wilson para empujar el balón directamente al 1-0.
Everton pudo llegar al empate sobre el final de la primera mitad con un gol de Calvert-Lewin, pero la jugada fue anulada por un offside milimétrico, que terminó definiendo el VAR. Eso fue lo poco que hicieron ambos equipos en ese primer tiempo.
Para la segunda mitad, el equipo de Sean Dyche trató de ser más vertical, aunque le costaba horrores poder llegar con peligro a tres cuartos, mientras que los de Eddie Howe esperaban por momentos y lo peleaban por otros. El partido, por momentos, rozó lo ordinario hasta que al minuto 72, Joelinton anotó el 2-0 de cabeza tras centro de Joe Willock.
Fue el principio del fin para Everton, ya que tres minutos más tarde, Callum Wilson completó su doblete de goles con un remate fuerte desde la puerta del área al ángulo para poner el 3-0. El partido parecía estar totalmente liquidado.
Sin embargo, hubo una luz de esperanza en Goodison Park con un golazo olímpico de Dwight McNeil. Nick Pope se sorprende con el centro que parece que se va a desviar por el intento de cabezazo de un futbolista del Everton, pero al final, el balón les pasó a ambos y terminó tras las redes.
Un pequeño chispazo de vida, que duró pocos segundos para los aficionados locales. Es que Jacob Murphy marcó el 4-1 para sentenciar por completo cualquier ilusión de remontada. Para colmo, la jugada evidenció los graves problemas defensivos del local, ya que Isak se mandó una jugada personal insólita donde se pasó a varios defensores a la par de la raya final. Su centro terminó en el tanto de Murphy.
Con el cuarto gol de Newcastle, el público de Goodison Park empezó a abandonar el estadio, a sabiendas de una nueva derrota del local, que se hunde en la zona de descenso, ya que queda en el decimonoveno lugar de la tabla de posiciones. Por su parte, el visitante se aferra al Top 3, consagrando una gran campaña, aunque sueña con tener su pasaje a la próxima Champions League. Va por buen camino.