El Calcio empieza a vivir un viejo problema con el regreso de los hinchas a los estadios de la Serie A. En el choque de la fecha entre Juventus y AC Milan volvieron a registrarse incidentes relacionados con el racismo y la intolerancia que ya se encuentran en manos de la justicia mientras Italia busca soluciones a lo que desafortunadamente ya es una ‘costumbre’ en sus canchas.
Concretamente, los Rossoneri presentaron una querella ante la Fiscalía Italiana para que esta investigue los gritos racistas de la Curva Nord, sector disponible para los ultras de Juventus en Turín, que fueron realizados a los jugadores de Milan a lo largo del encuentro de ayer. Maignan, Tomori, Kalulu, Kessie y Rafael Leao, los más insultados por la parcialidad más radical de la hinchada Bianconeri.
"Respecto a los cánticos discriminatorios a nuestro jugador provenientes del sector invitado y advertidos por algunos periodistas y espectadores, el AC Milán, luego de los oportunos controles, está considerando presentar una denuncia a la FIGC", dictaba el comunicado en Twitter del equipo Lombardo en medio del choque ante Juventus.
Alarmante crecimiento de intolerancia
Menos de una semana pasó desde que la dirigencia del Milan denunciase los mismo hechos en el encuentro ante Lazio disputado en San Siro. En ese entonces fue Bakayoko quien se refirió a lo ocurrido en Instagram y se puso a disposición de la justicia deportiva en Italia de cara a dar con los responsables.
"Para algunos fans de la Lazio y sus gritos racistas hacia mí y mi hermano Franck Kessie: somos fuertes y orgullosos de nuestro color de piel. Tengo toda la confianza en nuestro club para identificarlos", aseguraba el volante luego de la victoria de sus compañeros por 2-0 ante los capitalinos. Lejos de ser una fiesta, el regreso de los fans a los campos de la Serie A empieza a mostrar nuevamente una de las otras caras del Calcio.