En el Puskás Arena, Sevilla sumó su séptimo título la Europa League al imponerse ante Roma por 4-1 en los penales. En el tiempo reglamentario, Dybala había adelantado a los italianos, mientras que Mancini, en contra, anotó el tanto que estiró la definición.
El elenco español, máximo ganador de la competencia, buscaba una nueva estrella ante los de José Mourinho, especialista en este tipo de partidos. Antes del duelo, los fanáticos de los equipos se enfrentaron en las calles de Budapest, pero la situación logró controlarse y el fútbol pasó a ser protagonista.
En la primera parte, Roma consiguió acercarse con mayor frecuencia y tuvo premio a los 35 minutos. Tras una recuperación en mitad de cancha, Gianluca Mancini habilitó a Paulo Dybala, que definió cruzado para el 1-0. El argentino había estado en duda para la definición, pero Mou se la jugó y la joya resolvió.
El combinado español apretó tras el entretiempo y logró volver a empatar el trámite. A los 10, un centro de Jesús Navas sobre la derecha complicó a Mancini, que intentó despejar, pero la metió en su propio arco. La reacción de Rui Patricio no alcanzó y el marcador volvería a estar igualado.
Con el tiempo suplementario la tensión creció y las aproximaciones a los arcos contrarios decayeron. Así, los penales entraron a escena y Mancini volvió a fallar, con Bono atajándole su remate. En el siguiente, Ibañez la estrelló con el palo y Gonzalo Montiel aprovechó para sentenciar la título, de la misma manera que lo hizo en el Mundial de Qatar 2022.