La Copa Libertadores tuvo su primera edición en 1960 y hasta los días que corren, el certamen fue mutando y mucho, pero lo que siempre se mantuvo fue su importancia. Para muchos clubes llega a ser una obsesión y para los más grandes del Sudamérica es su objetivo principal en el año.
Ahora bien, la Copa Libertadores tiene páginas doradas en su historia y son muchas más que las oscuras, que también las hay. Sin ir más lejos, en la edición de 1990 se escribió una de las más tremendas, cuando el partido de vuelta por los cuartos de final entre Atlético Nacional de Medellín y Vasco da Gama debió repetirse.
Atlético Nacional, campeón de la edición de 1989, ingresó directamente en octavos de final y allí se midió ante Cerro Porteño a quien superó por 1 a 0 en el resultado global. Vasco da Gama, por su parte, arribó a cuartos de final tras dejar en el camino en octavos a Colo Colo, a quien superó por penales. La ida se jugó en Brasil y terminó 0 a 0, todo se definiría en Medellín, aunque eso terminó siendo bastante distinto.
¿Qué pasó en el partido de vuelta?
El Atanasio Girardot se vistió de fiesta para ver al vigente campeón de la Libertadores ir por el bicampeonato. El partido se desarrolló el 29 de agosto con total normalidad y quedó 2 a 0 a manos del local, quien estaba expectante del duelo siguiente de semifinales ante Olimpia, a quien le había ganado la final de 1989.
El 3 de septiembre, la Conmebol notificó que el partido quedaba anulado y debía repetirse fuera de Colombia. El motivo fue que la terna arbitral, que tuvo como juez principal al uruguayo Daniel Cardellino, recibió amenazas en la previa del partido. Tras las presuntas amenazas -que nunca fueron comprobadas- el árbitro dirigió el partido y una vez que salió de territorio colombiano decidió denunciar el hecho.
La revancha se jugó fuera de Colombia
El 13 de septiembre de 1990, en el Estadio Santa Laura de Santiago de Chile se disputó la vuelta de los cuartos de final de la Copa Libertadores entre Atlético Nacional y Vasco da Gama. El encuentro terminó 1 a 0 a favor de los colombianos y así accedieron a las semifinales donde luego caerían ante Olimpia de Paraguay, que terminaría ganándole el certamen a Barcelona de Guayaquil.
El clima hostil de la época en Colombia
Un detalle para nada menor es el contexto que vivía Colombia en aquel entonces. Entre las décadas del 80 y del 90 en el país cafetero se vivió un calvario vinculado a la violencia: narcotráfico, guerrillas, paramilitares y cuestiones políticas hicieron que en Colombia se viva un infierno que también involucró al fútbol.
Sin ir más lejos, en la edición de la Libertadores de 1990 no hubo equipos colombianos -salvo Atlético Nacional por campeón vigente- ya que el torneo de 1989 -el cual daba cupos a la Libertadores 90- quedó vacante por el asesinato de un árbitro en manos del narcotráfico.
Con ese contexto, sucedieron las presuntas amenazas al árbitro uruguayo que hicieron anular la revancha de los cuartos de final entre Atlético Nacional y Vasco.