Con el paso del tiempo, todos entendimos que la rivalidad entre Lionel Messi y Cristiano Ronaldo solo fue una excusa marketinera para agigantar aún más la serie de espectáculos que entregaron en su época dorada en el fútbol español. Fuera de la cancha, la relación siempre fue de caballeros y el video que se viralizó en estas últimas horas es una muestra de ello.

En su rol como youtuber, luego de abrir recientemente su canal -que ya cuenta con más de 50 millones de suscriptores-, CR7 apareció en cámara junto con su pareja Georgina Rodríguez y, en medio de la charla, la modelo hispanoargentina soltó el detonante al mencionar la palabra “bobo”.

Inmediatamente, Cristiano supo qué hacer. “Qué miras, bobo”, soltó el astro portugués en medio de la incontrolable risa, con una referencia textual al icónico momento que protagonizó Leo Messi post triunfo ante Países Bajos en el Mundial de Qatar 2022, inmortalizando una frase en medio de una entrevista.

La historia del “qué miras, bobo” de Leo Messi en Qatar 2022

En el marco del partido de cuartos de final del Mundial de Qatar 2022 entre Argentina y Países Bajos, encuentro marcado por la tensión y la polémica que se definió por penales, Lionel Messi protagonizó un incidente que rápidamente se viralizó.

Al finalizar el encuentro, durante una entrevista con Gastón Edul para TyC Sports, Messi sacó una versión suya nunca antes vista y soltó una frase contundente al delantero neerlandés Wout Weghorst, quien lo había ido a buscar en la zona mixta: “¿Qué mirás, bobo? Andá pa’ allá, bobo”.

Esta expresión, surgida en un contexto de “calentura” y constantes provocaciones en el campo de juego, reflejó la intensidad emocional que caracterizó el partido. La frase, espontánea y cargada de frustración, se convirtió rápidamente en un tema de discusión en redes sociales y medios de comunicación, generando un amplio debate sobre el comportamiento de los jugadores en el campo de juego. Lógicamente, desde Europa fue repudiada y de este lado del charco se hizo remera.

La reacción de Messi, que si bien fue celebrada por millones de argentinos, también generó críticas por parte de aquellos que consideraron que su actitud no fue la más adecuada para un referente del fútbol mundial. Independientemente de las opiniones divididas, lo cierto es que la frase se convirtió en un hito de la Copa del Mundo, un momento que quedará grabado en la memoria de todos.