Todo sea para disputar la Copa Libertadores de América el año que viene, aunque en este apasionante torneo todo puede ocurrir.

Apenas habían pasado unos minutos de la eliminación de San Lorenzo de Almagro de la Copa Argentina a manos de Tigre en el Oeste del Gran Buenos Aires, en el pintoresco estadio del Deportivo Morón. Diego Dabove arengaba a sus jugadores en el vestuario del Matador: “Estamos a 3 partidos de ser campeones, A 3 PARTIDOS DE SER CAMPEONES”. La ambición en el fútbol argentino no tiene límites, lejos de conformarse con eliminar a los de Ayude, los de Victoria ya sueñan con un nuevo título.

Como bien expresó Marcelo Gallardo, “La competencia en el fútbol local es feroz”, hasta Leandro Paredes y Ángel Di María sufrirán las consecuencias de la manera de vivir argenta, como antes les pasó a Gonzalo Montiel, Marcos Acuña, y Germán Pezzella.

La misma ilusión que tiene Tigre es la que poseen Independiente Rivadavia, Belgrano, Atlético Tucumán, Lanús, Argentinos, Newells, Unión, sacando a River y Racing, los grandes favoritos para quedarse con esta competencia, además de acostumbrados a las vueltas olímpicas en la última década.

La Copa Argentina te da en 6 partidos una estrella, para muchos de los sobrevivientes sería la primera de su historia, además de la clasificación a la Copa Libertadores de América 2026, este torneo es un verdadero “win-win” para todos, salvo para las víctimas. Este fin de semana le tocó al Ciclón y al desconocido Rojo de Julio Vaccari, mientras que sí pasaron con autoridad el River de Napoleón y el Racing de Gustavo Costas.

Menudo problema para Boca, obligado a hinchar por Argentinos Juniors o River en esta Copa Argentina para que se libere una plaza en la tabla general que clasifica a la Libertadores 2026.

La Copa Argentina es desde hace años el mejor torneo del fútbol argentino. Para donde caiga la moneda disparará un montón de consecuencias para todos lados. Felicidad para algunos, pesadillas para otros.