El nadador argentino dos veces olímpico, Santiago Grassi, decidió parar. Al menos, por ahora. Así lo expresó en las últimas horas. “Me di cuenta que algo estaba diferente en mi rutina diaria, me costaba levantarme de la cama”, explicó. Y sumó: “Despertarse a las 4 o 5 de la mañana no es fácil, pero no es tan difícil como uno se imagina cuando tenés un objetivo y estás motivado”.

Justamente, si a motivación se refiere, hoy en día, Grassi cambió el foco. O, acaso, sus 18 años como nadador (tiene 25 años), los pasó concentrado sólo en el deporte y ahora, en cambio, se dio cuenta que tras su participación en el Mundial de pileta corta de 2021 (donde consiguió dos récords argentino -50 y 100 mariposa) perdió las ganas de pasar horas industriales adentro de una piscina. “Me faltaba la motivación, los objetivos no estaban. De mis 18 años como nadador, en 17 nunca se me cruzó por la cabeza dejar de nadar. Y, en seis meses, me pasó dos veces”, dijo en una entrevista con el sitio Argentina Amateur Deporte. Por eso, luego de meditarlo, definió “una pausa por un tiempo indeterminado para que no sea algo que termine pasando por estrés que me lleve a decir voy a dejar de nadar porque no lo aguanto”.

La pausa le vino bien a Grassi. Tanto que a su regreso al país, luego de 18 meses, se dedicó a comer asados con amigos y a ir a pescar, al menos una vez por semana. “Durante la semana no tengo tantos horarios. Hoy arranqué a las 7 y media, desayuné. Me gusta arrancar meditando, voy al gimnasio, desayuné. Más tarde tengo una reunión, cada día es diferente al no tener una rutina armada” , contó. Y agregó: “La estoy pasando bien, experimentando cosas nuevas, después de 18 años de hacer lo mismo, se siente muy bien y estoy contento” .

La postura de Grassi, antes de comunicarla de manera pública, claro, fue sopesada con colegas, compañeros de equipo y con su familia. “Ellos saben de mi decisión personal y me apoyan. Desde que tomé este camino siento que me saqué una mochila de encima. Estaba en una situación que ir a entrenar no significaba lo mismo para mí, si seguía en esos términos iba a dejar de nadar por frustración y no por convicción”, expresó.