En horas de la tarde de este miércoles, un masivo apagón sacudió a buena parte del país y fueron varias las provincias que se quedaron sin luz en medio de una ola de calor y con temperaturas altísimas.
Lógicamente, y a medida que pasaron las horas y el servicio no volvía, los futboleros, y sobre todo los hinchas de Boca y Patronato, comenzaron a preguntarse si la final de la Supercopa Argentina pautada para este miércoles a las 21.15 se jugaría.
Afortunadamente, el Estadio Madre de Ciudades de Santiago del Estero, escenario de la definición por un nuevo título oficial, no perdió el suministro de energía eléctrica y por eso la final nunca corrió riesgo de postergación.
Sin embargo, Oscar Lenzi, presidente de Patronato, puso en duda la realización del encuentro en diálogo con Radio La Red: “Nos dijeron qué hay riesgo que se suspenda el partido. El estadio está equipado para que haya luz pero los alrededores están a oscuras. Se debe a un tema de seguridad en las adyacencias".
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Algunas empresas como Edenor y Edesur explicaron que la falla del servicio se debe a que la central de Atucha I "descompensó el sistema de interconexión eléctrico (SADI)", con lo cual otras generadores eléctricos dejaron de funcionar.
Las fallas comenzaron a darse cerca de las 16 horas de Argentina. Cammesa, la compañía que administra el mercado eléctrico nacional, confirmó que en ese horario la demanda del sistema equivalía a 26.570 MW y al poco tiempo se cayeron 10.000 MW de potencia.
